La protagonista de Sympathy for Lady Vengeance, Geumjassi, no es posible de reconocer en arquetipos y figuras simplistas del imaginario colectivo. Ella no es princesa ni madrastra, no es heroína ni villana, no es ninguna por si sola pero si, posiblemente, todas al mismo tiempo.

En primera instancia, Geumjassi se presenta como una princesa e incluso en prisión, ella cumple, cual cenicienta, con labores domésticas y humillantes, se enfrenta con dulzura a las aberraciones de otras, ayuda y sirve a aquellas de quienes se compadece. Ella responde a esa idea porque tiene una relación de oposición con un ser externo a ella, el asesino. Él se opone a su ‘querer ser’, genera un quiebre en su identidad.

Ese mismo quiebre, sin embargo, en vez de acentuar la bondad y la ingenuidad de la protagonista, genera un constructo complejo en su identidad. Cuando ella sale de prisión deja de ser princesa, donde, según la teórica literaria Cecilia Rubio, es “la ‘bella’ el símbolo de la pasividad… ello implica que se define por el ‘ser’ (ser bella) en oposición al ‘hacer’ y que su reclusión corresponde a la creación de un reducto femenino con el que compensa su exclusión del mundo real” (140). Geumjassi comienza a existir por su posibilidad de acción, y entonces deja de definirse por su esencia bella.
Ella es, al mismo tiempo, el arquetipo de villana (por decidir matar), y de princesa (por el sufrimiento injusto), y al ser doblemente su opuesto, deja de entrar en categorías, revirtiendo la noción femenina canónica al ser doblemente la bella-justa y la vengativa-frívola. Obra en venganza pero es mujer, y eso implica que ese obrar sea bello, escabroso, siniestro en su brutalidad, pero hermoso en sus sutilezas.
Rubio, Cecilia y Anna Wirnsberger. “Relaciones familiares y tipificación del personaje femenino en el cuento maravilloso”. Revista Chilena de Literatura. S7. Nov 2000. 127-150. Impreso.
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